Ahí estaba ella: vestida con un diminuto vestido negro; con el cabello negro ondulado, suelto y que le llegaba hasta la espalda; sin más adorno que el mmedallón que siempre llevaba pendiendo del cuello y que, según me imaginaba, se había convertido en una especie de talismán, pues jamás se le veía sin él.
No hablaba con nadie en la calle, pero siempre las puertas de su casa se abrían a quien lo necesitara y las personas que habían estado ahí dentro aseguraban que era un alma generosa: todo un ángel de Dios.
Yo jamás me atrevía a hablarle, aunque siempre la veía en el jardín así, como ahora, bajo las estrellas.
Era hermosa... muy hermosa: con esos ojos verdes y su piel bronceada; de estatura media... si, desde que llegó se convirtió en la envidia de las chicas de los alrrededores y la meta de los chicos, incluyéndonos a mi hermano y a mí.
Él tenía mayor oportunidad de conocerla y ganarse sus favores, pues, aunque gemelos, éramos muy distintos. Todos en la calle nos conocían como "los hermanos Ying-Yang": Julián el atrevido; el seductor; el fuerte... y yo, William, el chico débil y sensible al que su hermano no toleraba verlo mal. Sí, nos completábamos muy bien...
Julián ya se había pasado los últimos tres meses tratando de llegar a ella, pero a penas si volteaba a verlo, con una ligera sonrisa en los labios. Eso ponía aún más celosos a los demás y a veces a mí también.
Por mi parte, cuando pasaba a su lado, no podía verla directamente a los ojos. No sé; me ponía nervioso. Me gustaba y por lo mismo no podía ni acercármele, lo que supongo que ella encontraba gracioso, igual que Julián, ya que en un par de ocaicones pude sentir su mirada sobre mí.
-Creo que le llamas la atención, Will. Sonrió cuando vió cómo te ponías rojo.- me dijo en una ocación, riéndose muy por lo bajo.
Me gustaría tanto poder saber elsecreto que le susurra a las estrellas en noches como ésta...
VISTEN SU BLOG GENTE
ESTA SUPER BUENO
ES
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